martes, 19 de agosto de 2008

De libros...

Este año he descubierto tres autores de los que vale la pena contar y recomendar cosas aunque no tengo ínfulas de crítico literario y lo hago sin pretensión alguna.
El primero es japonés y actualmente no hay librería en la que no se encuentren sus obras. Harto de ver “Kafka en la orilla” en todos lados, en una de mis razzias culturetas picado por la curiosidad, compré en edición de bolsillo Tokio blues (Norwegian Wood) o
Al sur de la frontera, al oeste del sol de Haruki Murakami. No recuerdo cual de ellos cayó primero en mis manos, pero me gustó bastante más el segundo. El tipo en cuestión escribe de una manera peculiar; suele hacerlo en primera persona y va dejando caer la historia como si no estuviera contando nada importante, pero siempre bajo esa aparente inanidad subyacen soledades, frustraciones e historias bastante más complejas.
La segunda escritora de este lote, me la “presentó” una integrante de la cuchipanda y le debo agradecimiento por ello.
Amélie Nothomb es una prolífica escritora belga de curiosa biografía. Según he leído en algún sitio escribe tres o cuatro libros anuales de los que sólo edita uno. Suelen ser libros no demasiado largos aunque uno debe tomarse su tiempo en digerir lo que va leyendo porque en ocasiones la narración desconcierta, impacta y adopta puntos de vista sorprendentes. Metafísica de los tubos fue la primera novela de esta escritora que me dejaron, y me causó asombro desde sus primeros capítulos. Después leí Diccionario de nombres propios y La higiene del asesino con semejantes sensaciones.
Para acabar, en
El club de los canallas, Jonathan Coe nos ofrece un complejo retrato de la Inglaterra de los 70, siempre con peculiar sentido del humor, a través de las vivencias de cuatro amigos compañeros de instituto. Pese a que en ocasiones adopta maneras que pueden recordar a un culebrón, por el entramado de relaciones en que se basa la historia, uno no puede evitar sentirse identificado en algún momento con alguno de los adolescentes protagonistas. El libro tiene un final que a mi me dejó la sensación de historia inconclusa. Por ello, es aconsejable leer a continuación la segunda parte, El círculo cerrado, donde los mismos protagonistas tienen algunos años más, queda retratado (y de qué manera) el trasfondo Neo-laborista de la época y como ya dice el título de la novela, se cierra el círculo.

Tirando de Google se puede encontrar mucha información de estos tres autores, así como algunos libros en formato electrónico. Para los gandules, dejo unos links que me parecen interesantes
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Entrevista a Murakami del suplemento cultural del diario La Nación
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Artículo sobre Amélie Nothomb recientemente publicado en La Vanguardia
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Crítica de Sergi Pàmies (traductor habitual de Amélie Nothomb) de “Cosmética del enemigo”

1 comentario:

Anónimo dijo...

...si Kafka está en la playa...es que se fue de vacaciones. Aunque, creo recordar que o dejé en la orilla.